Planorelieves: "todo lo sólido se desvanece en el aire", ovvero dello spazio bucato
Dal 5 al 28 Maggio 2011 si è tenuta alla galleria ASM28 di Madrid una mostra di Nito Conteras dedicata ai suoi nuovi "planorelieves", qui ne presentiamo alcuni esemplari. Proponiamo, inoltre, la lettura di un testo del poeta basco Angel Amezketa sull'artista risalente al 2006.
A dos pasos de la Creación
Me paseo por el espacio, su forma es una palabra: espacio, el suyo, el de Nito Contreras. A veces me pregunto cómo es realmente el espacio ¿será líquido, será anímico, ¿también la ceguera es espacio o, bien es la visibilidad de la luz?. No lo sé, pero en mi intento de entenderlo, me paro ante aquella célebre frase registrada con la ligereza poética de un haiku por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. Para Nito Contreras esta frase se ha convertido en una plegaria para su liturgía estética mamada en su Galicia natal. Ahí donde durante la Creación –el séptimo día según una exégesis apócrifa- pactaron el acantilado y el Atlántico como margen de lo infinito, y el verde obsesivo con el agua como herramienta espiritual para rehacer sus espacios. Su iniciación nace ahí oradado por la gota a gota de la lluvia, a dos pasos de la Creación de su universo escultural. No es un secreto que esos prototipos arcaicos sean el espejo en los que la sensibilidad del arte moderna se mira. Nos adentramos pues en el espacio, en el vacío, en las formas sin palabras pues poca cosa son frente al lenguaje de lo que los ojos ven, y es por ello que resulta árduo descifrar su código gramatical interpretativo con el que Contreras revela su cultura primigenia. Qué duda cabe que su tarea ha sido y es sugerir y transmitir dicho lenguaje. Por otro lado, no siendo yo un crítico, ni ambiciono a serlo, no tengo autoridad ni capacidad alguna para hacer disquisiciones en tal sentido, aunque sí he seguido de cerca una continuidad ordenada de su obra con el pasar del tiempo al igual que un día deja espacio a la noche y esta noche al día siguiente. Es así que sus piezas van reconstruyendo el retorno a una patria arcádica de petroglifos, laberintos, piedras, heridas, brumas, acantilados, olas desproporcionadas, y por tanto sin forma, como nubes que se renuevan al infinito “desvaneciéndose en el aire”. Nito Contreras devuelve el arte a su realidad en la vida pues “el arte –decía su maestro el escultor Vasco Jorge Oteiza- no es para siempre, la vida sí”. Es por este motivo que deberíamos ver en cada obra del amigo Nito no ya la “pieza artística” sino más bien su interpretación espiritual para servirnos de ella.
Angel Amezketa, Novembre 2006